Mario Ramos,
director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista
Jaime Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos
nacionales confluyen con los de agencias de EE.UU.
Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que
intentan desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían
en el delito de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario
Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae)
durante una entrevista en Radio Pública.
Dijo esto a propósito de
que el lunes pasado Telesur reveló los nombres de los actores de una
supuesta estructura vinculada a la Agencia Central de Inteligencia
(CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con ese objetivo en
el Ecuador.
En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra
legislación sí lo sanciona. Es así que en el caso de que una
ecuatoriana o ecuatoriano mantenga “negociaciones con otros
Estados, tendientes a someter de cualquier forma al territorio”;
divulgue “noticias con la intención de infundir pánico,
desaliento o desorden en las tropas o ejecutar cualquier acto que
pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito militar
omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras,
puede ser procesado penalmente.
El actual Código Orgánico Integral
Penal (COIP) determina -en su artículo 353- que si una persona
transgrede esos preceptos, será sancionada con pena de 7 a 13 años
de cárcel, dependiendo de si el país está en tiempos de paz o en
un conflicto armado. La figura ya constaba en el código penal
anterior pero para servidores militares y con una pena de 6 a 16
años.
Ramos considera que la investigación difundida por Telesur
deja al descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas.
Explicó que la metodología de estructurar una red de intelectuales
y periodistas por parte de la CIA para oponerse a las políticas de
gobiernos progresistas en América Latina, no es una práctica nueva
y recordó que el libro “La CIA y la Guerra Fría cultural” del
autor Frances Stonor Saunders, retrata la lucha que se dio en el
mundo a finales de los años 80 por el control de las mentes entre
los dos bloques políticos: socialismo y capitalismo.
Por ello y más
aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito invadiendo
Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la conclusión
-de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más efectivo
políticamente destruir la imagen de un presidente o de un partido
político, a través de la infiltración o desviándolo del camino,
pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no
dejan de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han
desarrollado una estrategia que ahora se conoce como suave y más
sofisticada. Ellos usan el concepto de poder inteligente para tratar
de ingerir y sostener sus intereses en el actual hemisferio”,
explicó.
Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada
en las plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en
donde no sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada
positivo del Gobierno Nacional. En este sentido, el experto invitó a
reflexionar sobre si lo que se vive en el país es una oposición
democrática o desestabilizadora. “Hay 2 clases de oposición en el
Ecuador: una democrática que critica de manera constructiva y otra
desestabilizadora articulada a los intereses de los Estados Unidos”.
En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la
noche del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del
exdirector de inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un
elemento conspirativo a tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño
estaría acusado de ocultar información al presidente Rafael Correa
sobre la actuación de la agencia de EE.UU. en el ataque a Angostura,
donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas.
Galarza explicó que
agentes o no de la CIA, a estos actores se los identifica por sus
líneas de acción que coinciden con los intereses norteamericanos:
“Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y otros que
pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque conozcamos su
carné de afiliación, sino por su método y conducta”.
Por su
parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos
se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren
retornar al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la
categoría imperialista no es un tema que está afuera, está también
internamente. Hay grupos que se identifican con los de los Estados
Unidos y confluyen. Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino
que lo hacen voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”.
Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para
blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para
que se investiguen estos hechos y se los condene. (I)
Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el
periodista Jaime Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos
nacionales confluyen con los de agencias de EE.UU.
Redacción Actualidad
Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan
desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito
de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director
del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una
entrevista en Radio Pública.
Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres
de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central
de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con
ese objetivo en el Ecuador.
En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo
sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano
mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de
cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de
infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar
cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito
militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras,
puede ser procesado penalmente.
El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su
artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será
sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país
está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba
en el código penal anterior pero para servidores militares y con una
pena de 6 a 16 años.
Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al
descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la
metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por
parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas
en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La
CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders,
retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el
control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y
capitalismo.
Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito
invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la
conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más
efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un
partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino,
pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan
de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una
estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan
el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus
intereses en el actual hemisferio”, explicó.
Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las
plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no
sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno
Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo
que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora.
“Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica
de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los
intereses de los Estados Unidos”.
En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche
del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de
inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a
tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar
información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia
de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas.
Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los
identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses
norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y
otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque
conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”.
Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos
se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar
al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría
imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente.
Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen.
Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen
voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”.
Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para
blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que
se investiguen estos hechos y se los condene. (I)
Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección:
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/la-categoria-imperialista-no-es-un-tema-que-esta-afuera-sino-tambien-internamenteSi va a hacer uso de la misma, por favor, cite nuestra fuente y coloque un enlace hacia la nota original.
www.eltelegrafo.com.ec
Mario Ramos, director
del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista Jaime
Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos nacionales
confluyen con los de agencias de EE.UU.
Redacción Actualidad
Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan
desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito
de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director
del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una
entrevista en Radio Pública.
Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres
de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central
de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con
ese objetivo en el Ecuador.
En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo
sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano
mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de
cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de
infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar
cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito
militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras,
puede ser procesado penalmente.
El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su
artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será
sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país
está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba
en el código penal anterior pero para servidores militares y con una
pena de 6 a 16 años.
Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al
descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la
metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por
parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas
en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La
CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders,
retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el
control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y
capitalismo.
Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito
invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la
conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más
efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un
partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino,
pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan
de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una
estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan
el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus
intereses en el actual hemisferio”, explicó.
Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las
plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no
sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno
Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo
que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora.
“Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica
de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los
intereses de los Estados Unidos”.
En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche
del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de
inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a
tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar
información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia
de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas.
Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los
identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses
norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y
otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque
conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”.
Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos
se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar
al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría
imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente.
Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen.
Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen
voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”.
Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para
blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que
se investiguen estos hechos y se los condene. (I)
--------------------------------------
La cita se dio en Guayaquil
Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección:
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/la-categoria-imperialista-no-es-un-tema-que-esta-afuera-sino-tambien-internamenteSi va a hacer uso de la misma, por favor, cite nuestra fuente y coloque un enlace hacia la nota original.
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Mario Ramos, director
del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista Jaime
Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos nacionales
confluyen con los de agencias de EE.UU.
Redacción Actualidad
Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan
desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito
de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director
del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una
entrevista en Radio Pública.
Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres
de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central
de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con
ese objetivo en el Ecuador.
En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo
sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano
mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de
cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de
infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar
cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito
militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras,
puede ser procesado penalmente.
El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su
artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será
sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país
está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba
en el código penal anterior pero para servidores militares y con una
pena de 6 a 16 años.
Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al
descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la
metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por
parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas
en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La
CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders,
retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el
control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y
capitalismo.
Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito
invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la
conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más
efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un
partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino,
pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan
de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una
estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan
el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus
intereses en el actual hemisferio”, explicó.
Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las
plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no
sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno
Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo
que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora.
“Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica
de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los
intereses de los Estados Unidos”.
En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche
del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de
inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a
tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar
información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia
de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas.
Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los
identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses
norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y
otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque
conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”.
Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos
se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar
al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría
imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente.
Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen.
Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen
voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”.
Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para
blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que
se investiguen estos hechos y se los condene. (I)
--------------------------------------
La cita se dio en Guayaquil
Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección:
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/la-categoria-imperialista-no-es-un-tema-que-esta-afuera-sino-tambien-internamenteSi va a hacer uso de la misma, por favor, cite nuestra fuente y coloque un enlace hacia la nota original.
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