viernes, 10 de junio de 2016

El Telégrafo: "La categoría imperialista no es un tema que está afuera, sino también internamente"

Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista Jaime Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos nacionales confluyen con los de agencias de EE.UU. 

Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una entrevista en Radio Pública. 

Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con ese objetivo en el Ecuador. 

En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras, puede ser procesado penalmente. 

El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba en el código penal anterior pero para servidores militares y con una pena de 6 a 16 años. 

Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders, retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y capitalismo. 

Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino, pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus intereses en el actual hemisferio”, explicó. 

Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora. “Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los intereses de los Estados Unidos”. 

En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas. 

Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”. 

Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente. Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen. Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”. 

Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que se investiguen estos hechos y se los condene. (I)


Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista Jaime Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos nacionales confluyen con los de agencias de EE.UU. Redacción Actualidad Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una entrevista en Radio Pública. Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con ese objetivo en el Ecuador. En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras, puede ser procesado penalmente. El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba en el código penal anterior pero para servidores militares y con una pena de 6 a 16 años. Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders, retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y capitalismo. Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino, pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus intereses en el actual hemisferio”, explicó. Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora. “Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los intereses de los Estados Unidos”. En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas. Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”. Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente. Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen. Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”. Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que se investiguen estos hechos y se los condene. (I)

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/la-categoria-imperialista-no-es-un-tema-que-esta-afuera-sino-tambien-internamente
Si va a hacer uso de la misma, por favor, cite nuestra fuente y coloque un enlace hacia la nota original. www.eltelegrafo.com.ec
Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista Jaime Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos nacionales confluyen con los de agencias de EE.UU. Redacción Actualidad Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una entrevista en Radio Pública. Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con ese objetivo en el Ecuador. En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras, puede ser procesado penalmente. El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba en el código penal anterior pero para servidores militares y con una pena de 6 a 16 años. Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders, retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y capitalismo. Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino, pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus intereses en el actual hemisferio”, explicó. Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora. “Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los intereses de los Estados Unidos”. En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas. Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”. Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente. Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen. Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”. Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que se investiguen estos hechos y se los condene. (I) -------------------------------------- La cita se dio en Guayaquil

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/la-categoria-imperialista-no-es-un-tema-que-esta-afuera-sino-tambien-internamente
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Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, y el periodista Jaime Galarza consideran que los intereses de ciertos grupos nacionales confluyen con los de agencias de EE.UU. Redacción Actualidad Las redes de periodistas, políticos e intelectuales que intentan desestabilizar un gobierno elegido democráticamente caerían en el delito de Traición a la Patria. Así lo consideró ayer Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae) durante una entrevista en Radio Pública. Dijo esto a propósito de que el lunes pasado Telesur reveló los nombres de los actores de una supuesta estructura vinculada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con ese objetivo en el Ecuador. En cuanto al delito de Traición a la Patria, nuestra legislación sí lo sanciona. Es así que en el caso de que una ecuatoriana o ecuatoriano mantenga “negociaciones con otros Estados, tendientes a someter de cualquier forma al territorio”; divulgue “noticias con la intención de infundir pánico, desaliento o desorden en las tropas o ejecutar cualquier acto que pueda producir iguales consecuencias”, y en el ámbito militar omita información o entregue datos al “enemigo”, entre otras, puede ser procesado penalmente. El actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina -en su artículo 353- que si una persona transgrede esos preceptos, será sancionada con pena de 7 a 13 años de cárcel, dependiendo de si el país está en tiempos de paz o en un conflicto armado. La figura ya constaba en el código penal anterior pero para servidores militares y con una pena de 6 a 16 años. Ramos considera que la investigación difundida por Telesur deja al descubierto las nuevas figuras, más no las técnicas. Explicó que la metodología de estructurar una red de intelectuales y periodistas por parte de la CIA para oponerse a las políticas de gobiernos progresistas en América Latina, no es una práctica nueva y recordó que el libro “La CIA y la Guerra Fría cultural” del autor Frances Stonor Saunders, retrata la lucha que se dio en el mundo a finales de los años 80 por el control de las mentes entre los dos bloques políticos: socialismo y capitalismo. Por ello y más aún en este siglo, luego de que no tuviera mucho éxito invadiendo Irak por medio de la fuerza, EE.UU. habrían llegado a la conclusión -de acuerdo al titular de la Cenae- de que es mucho más efectivo políticamente destruir la imagen de un presidente o de un partido político, a través de la infiltración o desviándolo del camino, pues perdura en el tiempo: “Ellos son sistemáticos, constantes, no dejan de tratar de sostener su hegemonía a toda costa y han desarrollado una estrategia que ahora se conoce como suave y más sofisticada. Ellos usan el concepto de poder inteligente para tratar de ingerir y sostener sus intereses en el actual hemisferio”, explicó. Esta realidad aterrizada a la de Ecuador, se ve reflejada en las plataformas digitales como páginas web y redes sociales, en donde no sería coincidencia que “nunca” se encuentre nada positivo del Gobierno Nacional. En este sentido, el experto invitó a reflexionar sobre si lo que se vive en el país es una oposición democrática o desestabilizadora. “Hay 2 clases de oposición en el Ecuador: una democrática que critica de manera constructiva y otra desestabilizadora articulada a los intereses de los Estados Unidos”. En esta línea, el escritor y periodista Jaime Galarza denunció la noche del miércoles pasado en Telesur la constante actuación del exdirector de inteligencia del Ejército Mario Pazmiño, como un elemento conspirativo a tiempo completo a nombre de la CIA. Pazmiño estaría acusado de ocultar información al presidente Rafael Correa sobre la actuación de la agencia de EE.UU. en el ataque a Angostura, donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, y otras 22 personas. Galarza explicó que agentes o no de la CIA, a estos actores se los identifica por sus líneas de acción que coinciden con los intereses norteamericanos: “Eso es lo que ocurre con el asambleísta Andrés Páez y otros que pueden ser calificados como agentes de la CIA no porque conozcamos su carné de afiliación, sino por su método y conducta”. Por su parte, Ramos explicó que los intereses de los países hegemónicos se conjugan con los de grupos económicos nacionales que quieren retornar al poder: “Como señalaba el sociólogo Agustín Cueva, la categoría imperialista no es un tema que está afuera, está también internamente. Hay grupos que se identifican con los de los Estados Unidos y confluyen. Entonces a veces no son agentes de la CIA, sino que lo hacen voluntariamente. Son más gringos que ecuatorianos”. Los expertos concuerdan en que no se ha hecho lo suficiente para blindarse de esas campañas de desprestigio y hacen un llamado para que se investiguen estos hechos y se los condene. (I) -------------------------------------- La cita se dio en Guayaquil

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/la-categoria-imperialista-no-es-un-tema-que-esta-afuera-sino-tambien-internamente
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TELESUR: La CIA en Ecuador (IV)