Mario
Ramos, analista político y colaborador de diario El Telégrafo, fue
consultado sobre las movilizaciones realizadas en las últimas semana en
contra del régimen.
Las movilizaciones no fueron legítimas por la
falta de apoyo de los ecuatorianos, según el analista político; además
de que manifestó que no tienen punto de comparación con las protestas de
años atrás en contra del “neoliberalismo, feriados bancarios y
gobiernos vendepatria”.
Ramos cree que estas movilizaciones tienen
detrás a “agentes externos”, refiriéndose a posibles intervenciones de
potencias mundiales, que están
inspiradas en la estrategia del “golpe
blando” y es algo que sucede en varios países de Latinoamérica, con los
“gobiernos progresistas”, apuntó.
Por otro lado, Ramos aseguró que
las protestas tuvieron un enfoque político y electoral, ya que “ellos
(miembros de la oposición) lo que quieren es impedir que el presidente
Correa esté en la papeleta en 2017”. Pese a esto, dijo no ver “ningún
riesgo” para que este proceso (el mandato de Correa) sea “revertido
electoralmente”, asegurando que Correa será reelegido en 2017.
El
analista también aprovechó para destacar la actitud asumida por la
policía y las fuerzas armadas: “me alegra la actitud que asumieron”,
dijo, ya que, según él, tuvieron “tolerancia y paciencia” con
manifestantes que tuvieron actitudes que “rayan en lo criminal”. Y
también aseverar que el régimen de Correa “mantiene una lógica de
respeto a los derechos humanos”. (SB-GAMA)
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