Mario Ramos
6 enero 2016
Durante el apogeo del imperio abásida
(750-1258) el idioma árabe reemplazó al griego como lengua universal para la
investigación científica. En el curso de 150 años, los árabes tradujeron todos
los libros griegos disponibles sobre ciencia y filosofía. Ya pocos recuerdan
que la primera alusión a una fábrica de papel data del año 795 d.n.e, se ubicaba
en Bagdad, la capital abasí, mientras que en la Europa cristiana se seguía
elaborando libros y mapas mediante el laborioso proceso de estirar, limpiar y después
secar pieles de animales; y morían millones de peste bubónica.
En el siglo IX los árabes conocían las
seis funciones trigonométricas: seno, coseno, tangente, cotangente, secante y
cosecante. Solo la primera fue una importación; las otras cinco son
descubrimientos árabes. Esto permitió sustituir los diagramas geométricos por
cálculos trigonométricos, lo que abrió el camino a la astronomía, ingeniería y
matemática moderna. Esta es una pequeña muestra de los logros intelectuales que
permitieron en esa época convertir a los árabes en potencia mundial.
Uno de los más destacados califas del
imperio abasí fue Al Mansur, él entendió que sus extensos dominios no eran
poder en sí mismo sino los transformaba en potencia científica. La política
intelectual abasí amplió las fronteras de la filosofía y ciencias puras. Este
movimiento técnico y científico se expresó en una institución, la Casa de la
Sabiduría o Bait al Hikma. Entre otros aspectos, la Casa de la Sabiduría, lo
que hoy equivaldría a Silicón Valley, congregaba a estudiosos e intelectuales de
todos los rincones del imperio que desarrollaban proyectos de todo tipo.
Esa experiencia histórica nos dice que
para lograr transformar una sociedad en potencia tecnológica se requiere los
siguientes elementos fundamentales: a) liderazgo político; b) política pública,
en lenguaje de hoy; c) un instrumento, llámese Casa de la Sabiduría, parque
tecnológico u otro; y d) intencionalidad geopolítica y económica-comercial. Si
Al Mansur podría ver la destruida Bagdad actual, a más de provocarle tristeza,
comprendería que sus enemigos políticos destruyeron su civilización a través de
desmantelar su modelo de conocimiento y acumulación, usando entre otras,
herramientas geoestratégicas como el neo oscurantista Estado Islámico.
El camino de un modelo cultural a otro no
puede realizarse sin crisis. Así, la sociedad agraria tuvo su propio modelo
cultural y sus conflictos estuvieron determinados por ello. El paso a una
sociedad pos-agraria provocó rupturas. El pasaje de un tipo de acumulación, de
un modelo de conocimiento o de un modelo cultural a otro siempre es
conflictivo. Lo que refleja las tensiones propias de la economía política
local. El modelo cultural desempeña un rol central en la formación de los
modelos de conducta en la sociedad.
Aquí cabe la pregunta: ¿Cuál ha sido la
conducta y el modelo de acumulación que ha predominado? La respuesta la
encontramos en los numerosos libros que lo explican. Pero en resumen, el modelo
primario exportador que ha prevalecido es responsabilidad de determinada clase
social que ha dominado históricamente la política en los países periféricos,
como el Ecuador. Romper esa herencia histórica no es cuestión de unos pocos
años como reclaman los políticos acomodadizos “salvadores de la patria”. Pero
desde que las ciencias sociales adquirieron esa categoría, es decir, ciencia,
se conoce los caminos para acortar los tiempos. El problema esencial es quién
dirige el poder político, qué modelo de acumulación impulsa, a quién beneficia,
a pequeños grupos oligárquicos o a la mayoría en una sociedad.
La oposición que se contrapone a todo en
el gobierno del presidente Rafael Correa, en este año electoral tratará de ocultar
convenientemente su verdadera conducta cultural, su real modelo
político-económico El sujeto político-social surgido en el proceso de la
Revolución Ciudadana tendrá el reto de develar la histórica actitud de ese
sector acomodado en el capitalismo dependiente, pro-imperialista y de la
economía de la intermediación. Los mercaderes y chulqueros que prefieren la economía fácil de la especulación procuran secuestrar la economía de una nación, su tarea no es crear valor-riqueza a través del trabajo, como nos enseña la economía política clásica.
Solo la Revolución Ciudadana puede
mostrar a los ciudadanos sus esfuerzos por cambiar el tipo de acumulación de
nuestra sociedad, una basada en la creatividad, productividad y conocimiento.
En este año se tiene que elevar la conciencia social en este sentido. Si bien
el concepto de cambio de la matriz productiva ha calado en la población, la
sociedad ecuatoriana debe ampliar su comprensión y saber que puede
transformarse a sí misma con proyectos como Yachay – Ciudad del Conocimiento,
por ejemplo. Se tiene que sembrar mayor conciencia social sobre la importancia
de cambiar nuestra forma de crear riqueza, la necesidad de que todos
contribuyamos al cambio de la matriz productiva en todos los niveles:
simbólico, pragmático y política económica; en la familia, en las empresas, en
el sistema educativo, en todas partes. Cuando un padre de familia prioriza en
su presupuesto familiar la educación de sus hijos, está contribuyendo a la
movilidad social y a la transformación del sistema productivo.
Yachay representa el esfuerzo por
transformar nuestro modelo cultural, nuestra forma de crear riqueza. Hay que
preguntarle a la oposición que haría con Yachay, de hecho se han opuesto a ese
proyecto, si es así, qué modelo de acumulación ofrecen a la sociedad
ecuatoriana, cuál es su modelo de desarrollo, cómo lo piensan administrar. En
este año electoral, todo actor social debe contribuir a evidenciar las mentiras
del potencial marketing político que se viene, con sus globos de todos los
colores y la “revolución” de la alegría. Y si nos dicen “cambiemos” hay que
exigir que nos expliquen el significado de ese supuesto cambio que nos proponen
o es la perpetuación del gamonal agroexportador que monitorea su negocio desde
Miami.
El sector político-económico que ha controlado
el Estado desde el inició de la Republica, con pocas interrupciones a lo largo de
la historia: Revolución Alfarista, Revolución Juliana y ahora Revolución
Ciudadana; ha impregnado su ideología y modelo cultural en diversos sectores de
la sociedad ecuatoriana, lo que explica en parte, determinadas conductas
sociales y políticas. No se entiende por ejemplo, que las universidades hayan
devuelto el 30% de su presupuesto del año 2014, ¿es esta una forma de
contribuir al cambio del modelo cultural, al fomento de una nueva matriz
productiva? Después de un primer remezón que produjo la política universitaria
de la Revolución Ciudadana, de nuevo vemos signos de acomodamiento en la
universidad ecuatoriana, prueba de que la autoregulación no existe y que el
Estado no puede aflojar los controles. No permitamos nunca más que el modelo
cultural neoliberal vuelva a dirigir nuestra historicidad.
Estimado Mario, puedes explicar un poco más acerca del "sujeto político-social surgido en el proceso de la Revolución Ciudadana.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Fabián Calispa
Hola Fabián,
ResponderEliminarDepende de las categorías de análisis que uses. La izquierda ortodoxa tiende a ver el tema del sujeto social y político desde una perspectiva orgánica. Incluso a los movimientos sociales no se los puede examinar desde un enfoque orgánico y estrictamente clasista. Qué fueron para ti los forajidos. Raschke conceptualiza a un movimiento social así: "es un agente colectivo movilizador que persigue el objetivo de provocar, impedir o anular un cambio social fundamental, obrando para ello con cierta continuidad, un alto nivel de integración simbólica y un nivel bajo de especificación de roles, y valiéndose de formas de acción y organización variables".
El proceso de la Revolución Ciudadana es consecuencia directa del aparecimiento del fenómeno forajido, de cuyo surgimiento la izquierda ortodoxa no se alegró. Recuerda que PK y demás no participaron como se debía en el derrocamiento del dictócrata.
Por otro lado, en democracia están definidas las reglas de juego, y los partidos y movimientos políticos se valoran sobre todo por su base social-electoral.
Desde esta perspectiva Alianza PAIS ha ganado diez elecciones, ¿no te dice algo esto? ¿no hay un sujeto social político ahí? No necesariamente orgánico, simbólico como dice Raschke pero a la larga efectivo, y que se juega el pellejo como sucedió en el 30S.
Incluso en las elecciones seccionales del 2014 Alianza PAIS ganó desde ese enfoque. Alianza PAIS obtuvo el 77% de los cantones si sumamos la votación del primer y segundo lugar, creció con respecto a las elecciones del 2009 donde obtuvo el 64% de la votación. Esto es una muestra de la fortaleza de la organización y de su nivel de penetración territorial. ¿No hay un sujeto político social ahí que se identifica con la propuesta de Alianza PAIS?